Durante muchos años los que escribían sobre el Levantamiento en el Gueto de Varsovia eran hombres.Por esta razón la historia de las combatientes, las enlaces, las conspiradoras es tan poco conocida. Ellasestaban en la primera línea de combate: hacían contrabando de armas para reforzar la resistencia antinazi, llevaban dinero para ayudar a los judíos que vivían ocultos, salvaban a la gente. El 19 de abril se cumple el 80° aniversario del Levantamiento en el Gueto de Varsovia. Es una oportunidad para recalcar la valentía de las combatientes judías. Irena Gelblum, desconocida para el mundo durante largas décadas, era una de ellas. El periodista y escritor Remigiusz Grzela dedicó catorce años a elaborar su biografía. Tres vidas de IrenaGelblum (Wydawnictwo Bellona) con la introducción delprofesor Norman Davies (God´s Playground, Historia de Polonia, Levantamiento ‘44, Pequeña Europa) y prólogo del historiador Marian Turski, superviviente del Holocausto, cuyas palabras pronunciadas hace tres años: “Auschwitz no cayó del cielo” recorrieron el mundo, es la versión más probable de la historia de Irena, ya que ella misma durante años la falseó, destruyó documentos y huellas.
Irena Gelblum nació en Varsovia en 1923 en una acaudalada familia judía. Cuando estalló la II guerra mundial tenía 16 años. Ella y su familia tuvieron que trasladarse al gueto, del que pudo salir probablemente en 1942. Gracias a su dominio del idioma alemán y también gracias a su, así llamado, “buen aspecto”, consiguió trabajo en una oficina de correos. Pronto entró en contacto con la resistencia clandestina ingresando en la Organización de Combate Judía creada en julio de 1942. Trabajaba para la organización del “lado ario”, entre otras tareas, manteniendo el piso en la calle Pańska 5, punto de contacto, donde se ocultaban los líderes más destacados de la resistencia judía. Sus padres y el único hermano fueron deportados al campo de exterminio de Sobibor, donde fueron asesinados. Irena intentó salvarlos, organizó una operación de rescate, pero llegó tarde, apenas un día. Participó en operaciones de la Organización de Combate Judía junto con Kazik Ratajzer (Symcha Rotem), su amor de aquella época, también realizó acciones individuales. El rescate de la enlace Renia Kukiełka del campo de concentración de Mysłowice fue una de las operaciones más espectaculares. Irena Gelblum entró en el campo, le ordenó a Kukiełka ponerse su ropa y salir, quedándose ella misma en su lugar, convencida de que se salvaría. Y así fue. Con otros combatientes de la Organización luchó en la Insurrección de Varsovia de 1944. Después de la guerra se unió al grupo Nakam, 50 supervivientes judíos concentrados alrededor del “profeta de la venganza”, el futuro poeta israelí Aba Kowner. Planeaban acabar con la vida de 6 millones de alemanes vengando así los 6 millones de judíos asesinados, envenenando la red de abastecimiento de agua. La operación fue frenada, porque Ben Gurion no quería construir el estado de Israel sobre la venganza. Los Vengadores emigraron ilegalmente a Palestina. Todos se quedaron allí. Salvo Irena. En 1948 volvió a Varsovia ya con el apellido falso Conti. Su vida después de la guerra está marcada por sus intentos de cambiar su propia identidad y renegar de su historia como heroína en la guerra. Fue azafata, periodista, un personaje pintoresco en Varsovia. Cuando en marzo de 1968, en la oleada antisemita avivada por la Unión Soviética (la sociedad polaca apoyaba a Israel en la guerra del año 1967 entre Israel y los países árabes, contrariamente a la política soviética), Irene se encontróabocada a la emigración sin posibilidad de regresar, al igual que todos los ciudadanos polacos de origen judío. Optó por un cambió total de su identidad. Realizó su ”plan italiano”: se casó con un periodista italiano Antonio Di Mauro convirtiéndose en Irena Conti Di Mauro, y salió de Polonia provista de un pasaporte consular, que le permitiría volver a al país muy pronto.En los años 70 empezó a construir su nueva vida en Polonia. Todos la conocían como poetisa italiana nacida en 1931, residente en las afueras de Varsovia. Irena llegó a cambiar la voz y la manera de hablar. No reconocía a la gente relacionada con su pasado. Hasta su muerte,ocurrida en 2009, permaneció siendo Irena Conti Di Mauro. No dejó huellas de la guerra en su biografía. Los que la habían conocido en aquella época respetaron su decisión y no mencionaban su nombre.
Remigiusz Grzela, que la conoció como Irena Conti Di Mauro (la poetisa que tradujo sus poemas al italiano y escribió el epílogo de uno de sus libros), empezó a buscar materiales para su biografía ya después de la muerte de Irena.
Tres vidas de Gelblum es también la historia de otras heroínas judías de aquella época: Ziuta Hartman de la Unión Militar Judía, Chajka Klinger, que creó células de la resistencia judía en Będzin, Władka Meed, LubaZylberg, Chawka Folman-Raban.
El historiador británico, profesor Norman Davis, recalca en la Introducción: – ”Es una obra de la salvación o,diciéndolo con las palabras de su autor, es “la rebelión contra los borrados de la historia, para recuperar aquello que podría perderse sin remedio. Habla de una mujer excepcional que, además de llevar una vida o vidas complicadas, varias veces ocultó su identidad o la cambió.”
Marian Turski, superviviente del Holocausto, Presidente del Consejo del Museo de la Historia de los Judíos Polacos POLIN escribió: ”Yo conocía a Irena. La conocí después de la guerra. Sabía de su obsesión por lo que llamaría el elixir de la juventud. La respeté y cuando siendo redactor científico, estuve preparando notas complementarias a las memorias de Antek Cukierman,no revelé su identidad. Quiero agradecer al Autor y a la Editorial por su propósito de enriquecer el 80 aniversario del levantamiento en el Gueto de Varsoviacon la publicación de este libro.”
Remigiusz Grzela: ”Las hazañas de Irena Gelblumdurante la guerra eran de una persona intrépida y para nada loca, como la tildaban algunos hombres. Osabaemprender acciones tan arriesgadas porque no tenía nada que perder. Se enfrentaba al enemigo armado. Más tarde se enfrentaba a las diferentes narraciones de la historia. Finalmente optó por enfrentarse a sí misma. Probablemente esta última batalla resultó la más difícilporque duró al menos cuarenta años seguidos, sin tregua.”
Prof. Norman Davies: ”La identidad de cada uno de nosotros es líquida o potencialmente líquida. Es la mezcla de lo que somos o fuimos y lo que intentamos ser. Irena pasó por el molino de verificación de la identidad varias veces. ¿Era polaca, judía, italiana? ¿Quién era?Era todas ellas y más. La vida de Irena Gelblum demuestra el triunfo del espíritu humano que pocos mortales logran alcanzar. Pasó torturas inimaginables para ser ella misma, tener su voz genuina y propia, y ser inspiración para los demás. ”